Nevada pertenece a la comarca de La Alpujarra y se presenta como una zona montañosa, de increíbles paisajes accidentados y una extraordinaria diversidad de ecosistemas. Además el municipio de Nevada se localiza dentro de Sierra Nevada, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco, Parque Natural por la Junta de Andalucía y gran parte de su territorio, Parque Nacional por sus valores botánicos, paisajísticos y naturales.
La singular riqueza natural, cultural y paisajística del macizo de Sierra Nevada convierte este enclave en uno de los espacios naturales andaluces de mayor interés.
Sierra Nevada registra alturas que superan los 3.000 metros, lo que la convierte en el macizo de mayor altitud de Europa occidental, tras los Alpes. El pico del Mulhacén (3.481 metros) constituye el techo de la Península Ibérica.
En sus inmediaciones se suceden numerosas lagunas glaciares, siendo la de mayor altitud la Laguna de Altera, a 3.146 metros. Declarada como Reserva Nacional de Caza en 1.966, veinte años más tarde Sierra Nevada recibe la denominación de Reserva de la Biosfera, otorgada por la Unesco.
La Alpujarra, último reducto morisco en el Reino de Granada, se configura al sur del macizo como una región natural de marcada personalidad. Sus recursos naturales son utilizados desde hace mucho: desde el oficio antiguo de los neveros hasta las nuevas configuraciones de aprovechamiento turístico resumidas en sus estaciones invernales de esquí.
Otros recursos económicos son incontables: cultivos, productos de la actividad humana, pesca, caza, deporte, artesanía, etc. Pero su verdadera importancia no natural radica en el entramado cultural de sus numerosos asentamientos humanos.
Fauna
La cabra montés (Capra pyrenaica), es la especie de la fauna más característica de Sierra Nevada. Tejones, garduñas y gatos monteses son especies propias de las zonas más bajas.
El "topillo nival" (Microtus nivalis), típico de las montañas alpinas, dándose aquí las poblaciones más meridionales que se conocen y claramente relícticas de la época de las glaciaciones.
Hormigas típicas de zonas áridas cuentan aquí con representación endémica. Entre las mariposas son también numerosos los endemismos, siendo muy conocidas especies como Parnasius apollo subsp. nevadensis, representante característico de la fauna alpina.
Los numerosos cursos de agua que la recorren proporcionan recursos como la pesca de la trucha, habitual en los ríos del Parque. Sapo común, rana común, salamandra. Tortugas y galápago leproso. Serpientes. Saurios. Gran variedad de avifauna, con especial interés en las rapaces.
Flora
Su variación bioclimática impone una variedad de flora y fauna que la singulariza en el conjunto de los espacios naturales europeos (existen cantidad de endemismos y más de 60 especies botánicas de forma exclusiva). Bosques de planifolios, con extensas manchas de encinares sobre todo en la Sierra Nevada almeriense. Arces, fresnos, servales, tejos, acebos, abedulares.
Numerosos endemismos, entre los que destacan la "manzanilla de la sierra" (Artemisia granatensis) y Erygeron frigidus, por estar en peligro de extinción. También hay que mencionar las númerosas especies ártico-alpinas que alcanzan aquí su distribución más meridional en Europa.
El total de la flora nevadense se ha catalogado en más de 2.000 especies, de las cuales aproximadamente el 15% son endemismos nacionales y cerca del centenar exclusivos de Sierra Nevada.
La nieve: reserva de recursos hídricos
En las cumbres, precipitaciones próximas a los 2.000 mm proporcionan una considerable capa de nieve y, por tanto, buena reserva de recursos hídricos.
En Sierra Nevada, los veranos son suaves y los inviernos fríos con heladas frecuentes. Desde enero hasta agosto las temperaturas experimentan un alza gradual para declinar a partir de septiembre.
Por encima de los 1.800 m de altitud, la precipitación es en forma de nieve al menos en un 30%, y por encima de los 2.500 m en un 95%. De esta forma, se provoca una escorrentía en los esquistos, que es drenada por barrancos y arroyos.
Arroyos y ríos alimentados por las nieves
La red hidrográfica es amplia, y está formada por numerosos arroyos, ríos y barrancos, que alimentados por las nieves, cuentan con poco agua en invierno y un caudal elevado en primavera y principios de verano.
Por el extremo occidental discurre el río Izbor, que nace en el núcleo central de Sierra Nevada. Más al norte, discurren el Guadiana Menor y el Genil, que recogen las aguas de la vertiente septentrional y desembocan en el Guadalquivir.
En el extremo meridional de la Sierra se origina el río Andarax. Esta red fluvial influye poderosamente en el paisaje y tiene una estrecha relación con la erosión, que es máxima entre los 800 y los 2.000 m de altitud.
(Fuente: Parque Nacional de Sierra Nevada www.andalucia.org)
El Espacio Natural Sierra Nevada, integrado por el parque nacional y natural del mismo nombre, impresiona por ser un extenso macizo montañoso con un relieve compacto y por tener la cima más alta de la Península Ibérica. Integrado en la cordillera Penibética se extiende desde el sudeste de Granada hasta el extremo occidental de Almería. Destaca por su gran variedad paisajística y por poseer unos valores naturales exclusivos.
Tartessos, fenicios, griegos, cartagineses y romanos poblaron estos entornos, pero sin duda, fueron los árabes los que dejaron un importante legado, que aún perdura en la arquitectura y los sistemas de regadío, como las acequias. Respecto a la arquitectura, son llamativos los pueblos de la Alpujarra, caracterizados por sus casas blancas situadas en las laderas de las montañas, con ventanas de pequeño tamaño, tejados planos, esbeltas chimeneas y porches denominados tinaos que cubren de lado a lado la calzada.
Muy importante es la industria turística que se ha desarrollado en torno a esta zona. Los aficionados al esquí, el montañismo, la pesca o el senderismo encuentran aquí un adecuado lugar de ocio donde disfrutar en vacaciones.
Fauna
La variedad vegetal y climática determina una gran riqueza fáunica. En la alta montaña se contempla el vuelo del acentor alpino, los roqueros solitarios o las chovas piquirrojas. Permaneciendo en silencio, entre las sombras del bosque de ribera, es posible que aparezcan el mirlo acuático, la oropéndola o el llamativo martín pescador. La majestuosa águila real, en cualquier momento, también puede surcar estos cielos.
Al abrigo de la masa boscosa y del espeso matorral vive una amplia comunidad de mamíferos, como el jabalí, el zorro, el tejón o la jineta. De entre todos ellos, sin duda es la cabra montés, muy extendida por estas cordilleras, la que se puede contemplar desde el Valle del río Dílar o del barranco del Poqueira ascendiendo por las laderas y en lo alto de los roquedos.
La comunidad de invertebrados también es representativa; existen muchas especies que son exclusivas de este entorno, entre ellas, más de veinte especies de mariposas y más de treinta de escarabajos.
Flora
La climatología y la diferencia de altitudes han posibilitado que en su interior crezca un gran número de plantas, especialmente adaptadas a las difíciles condiciones.
En la alta montaña, como en el Veleta o en el Tajo de los Machos, al refugio de roquedos y entre las grietas naturales de la roca, se puede disfrutar de la identificación de especies exclusivas como la violeta de Sierra Nevada o la estrella de las nieves. A esta altitud también se localizan hermosos valles de origen glaciar como el de Siete Lagunas.
A media altitud dominan el paisaje los bosques de hoja caduca compuesto por robles melojos, arces, cerezos silvestres y castaños. Estos bosques cambian la fisonomía del paisaje a lo largo de las estaciones; durante el otoño comienzan a perder las hojas y son los colores ocres los que predominan; sin embargo, con la llegada de la primavera y el resurgir de los nuevos brotes, se instalan los verdes intensos.
Ya en los pisos más bajos se encuentran encinares como los Montenegro y, por último, el bosque de ribera que acompaña el cauce de los ríos.
(Fuente: Parque Nacional de Sierra Nevada www.andalucia.org)